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5 de febrero de 2007

INDEFENSIÓN APRENDIDA

Hace tiempo recibí por correo esta historia la envié a los amigos y he tenido que pedirle a alguno de ellos que me la reenvie. Gracias, Silvia, por hacerlo. Cuenta la historia de un niño que no entendía porqué un elefante no rompía las cadenas que lo ataban a una débil estaca clavada en el suelo

EL MISTERIO DEL ELEFANTE ATADO.

Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales, y dentro de ellos, mi preferido era el elefante. Durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, tamaño y, sobre todo, por su descomunal fuerza. Pero, después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, atado, mediante una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. La estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Por qué el elefante no huye, arrancando la pequeña estaca, con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper un palito de fósforos?, ¿Qué fuerza misteriosa lo mantiene atado, impidiéndole huir? Tenía unos siete u ocho años, y todavía confiaba en la sabiduría de las personas grandes. Pregunté entonces a mis padres, maestros y tíos, buscando respuestas a ese misterio. No obtuve una respuesta coherente (la edad no es un impedimento para percibir la coherencia, o la falta de ella, en lo que la gente nos dice). Alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si es cierto que esta amaestrado, entonces... ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta que me satisficiese.


Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con gente que me daba respuestas incoherentes, por salir del paso, y, un par de veces, con otras personas que también se habían hecho la misma pregunta. Hasta que hace unos días, encontré una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo: “El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca toda su vida desde que era muy pequeño”. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño elefantito, con sólo unos días de nacido, sujeto a la estaca. Estoy seguro que en aquel momento el animalito empujó, jaló, sacudió y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo librarse. La estaca era ciertamente muy fuerte para él.


Esta historia viene a cuento para explicar qué entendemos en psicología por indefensión aprendida, se trata de un estado en el que el organismo sea humano o no utiliza el instinto de supervivencia, y no lo hace por que considera que no está en su mano hacerlo; de tal forma que no hace nada porque piensa que haga lo que haga, no podrá superar o cambiar la situación. El experimento,algo violento, por cierto, a grandes rasgos y sin entrar en matizaciones se llevó a cabo con dos grupos de perros atados a los que se les administraba una descarga de igual intensidad, con una diferencia, uno de los grupos de perros podía interrumpir la descarga si hacía tal o cual cosa, el otro grupo de perros hiciera lo que hiciera no podía detener la descarga, tras muchas sesiones el grupo de perros que tenía poder para cambiar la situación, rápidamente realizaba la conducta que le libraba de la descarga, en cambio el grupo de perros que nada podía hacer aguantaba sin moverse el tiempo que duraba la descarga..) .


Desde esta teoría se explican algunos casos de malos tratos y la pasividad con que reaccionan las víctimas, siendo incomprensibles para el resto de nosotros esta situación se narra en "Te doy mis ojos". También cómo algunos niños aguantan las palizas que sus padres les dan, sin rechistar, después de la quinta paliza, han generado indefensión aprendida y sólo desea que termine pronto; recuerdo la película "El bola". También explica que algunas personas no hagan nada para cambiar su situación socio-laboral, con argumentos erróneos de nada puedo hacer, haga lo que haga nunca me saldrá bien, etc.


Hagamos algo, nosotros no estamos atados, no somos como el elefante; somos dueños de nuestro futuro. No busquemos soluciones fuera de nosotros ni pensemos que el resto mundo se ha confabulado para que no seamos felices.


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