Siempre quise dedicarles una entrada a mis padres, siempre quise y nunca lo hice, hasta ahora, para qué y por qué hacerlo...pues son demasiadas las razones en primer lugar por que a su edad aún me siguen enseñando cómo vivir algunas situaciones vitales, a mi edad creí que ya nada podrían enseñarme y sin embargo acabo de descubrir que sólo la experiencia puede darte algunas respuestas.
Tengo más estudios de los que ellos hubieran imaginado que existían, he conocido más paises que ellos dos juntos, he conocido a más gente que ellos dos, he vivido y sentido más experiencias que ellos dos, he probado más sensaciones que ellos dos, he hecho en definitiva mil cosas más que ellos dos, pero hay algo en lo que no les puedo igualar de momento, me superan en su día a día como padres entregados, como padres que quieren a un hijo.
Ellos dicen que son ricos por tener unos hijos como nosotros, pero realmente los inmensamente afortunados somos nosotros, sus hijos, ellos, mi papá y mi mamá, tienen:
La
paciencia de la edad,
La
sabiduría del día a día enfrentarse con la vida,
La
virtud de escuchar a sus hijos,
El don de saber
perdonar mis errores,
El
consejo adecuado en cada momento,
La proeza de
seguir juntos después de tanto tiempo,
Los
principios que más valoro en la vida,
La capacidad de darme
cariño,
El
orgullo de haberme hecho hombre,
El incondicional
apoyo hacía sus hijos,
La
bondad de unos abuelos,
El
respeto hacía mis creencias,
La
dicha de ser felices cuando me ven feliz a mi y a los suyos,
La
intuición necesaria para saber cuando los necesito,
La
pureza de sus sentimientos hacía mi,
La
palabra justa para calmar los ánimos cuando hay una discusión,
La
sinceridad que me hace bien,
La
mirada de amor más bonita que uno pueda sentir,
La
caricia más tierna que puedo experimentar,
El
silencio más hermoso que puedo escuchar,
La
sonrisa siempre en sus labios cuando me ven después de un tiempo,
El
interés por aquello que me interesa a mi,
La
fuerza de su corazón para ayudarme,
La
belleza en sus rostros ahora ya marcados por el tiempo de dedicación a sus hijos.
El
poder de sanar mi espíritu y mi cuerpo,
Las
manos que hicieron todo por mi cuando yo no podía,
Ellos me durmieron, me dieron alimento, me protegieron, me cuidaron, me dieron su tiempo y la mitad de sus vidas en el momento en que nací, todo me lo entregaron a mi, a su hijo, me lo dieron todo y aún siguen dándomelo, a cambio no me piden nada, sólo amor, el amor que un padre y una madre pueden recibir de su hijo es lo más grande que uno puede esperar cuando envejece, ellos son mis padres, las personas que han marcado y marcarán mi vida siempre, desde que nací hasta el final, no habrá días para agradecerles su esfuerzo desinteresado, sólo quieren que yo sea feliz, que seamos felices, desde aquí os digo que ellos tienen el amor incondiconal de sus hijos.
Ellos son mis padres, son los mejores del mundo, aunque entiendo que los tuyos sean los mejores del mundo, para ti.
Mamá, Papá, os quiero.