
Es quien se detiene en el cuello de la amada, lo besa, lo muerde, lo huele, respira con profundidad, se entrega a la suavidad de la piel del cuello, agarra con sus labios y dientes los músculos, presiona lo suficiente para hacerla sentir desfallecer, le hace sentir la debilidad del cuello entre sus labios apretando lo suficiente para hacerla estremecer..
El buen amante se detiene en los pechos los mira, los besa, los saborea, con ternura, con lentitud, con ritmo, se detiene en la areola, gira con la lengua sobre ellos, aprieta su cara contra la dulce almohada, se entretiene en darles forma, los aprieta, los acaricia los mueve los siente, los deja y los vuelve a coger, los sube y los baja, les da mil formas y los aprende.
El buen amante no olvida los muslos, se eterniza entre ellos, los besa, los acaricia, los encumbra, los chupa, los

El buen amante desea la boca, la besa, la saborea, la escudriña, la siente, la nota, la moja, la bebe, la roza, la muerde, la explora, la pide, la desea, la anhela, la abre, la cierra... hace de la unión de los labios con su amada un momento único e inolvidable, todo se paraliza, todo el universo se concentra en sus labios, se vuelve eternidad con sus movimientos, se vuelve sensualidad con su delicadeza.
El buen amante utiliza las palabras; comprende la importancia del verbo, susurra deseos a los oídos de la amada, induce a la pasión a quien lo escucha, expresa con su voz la suavidad que siente cuando está dentro, se excita con los gemidos y los susurros de la amada, se esfuerza en volver loca a su amada.
El buen amante utiliza sus manos con delicadeza, sabe moverse por la fisonomía femenina, conoce a fondo el mapa corpóreo de su amada, aún con los ojos cerrados imagina al mover las manos por los valles y ensenadas y montañas y volcanes que conforman la orografía femenina.

El buen amante cierra los ojos explora con la imaginación, utiliza el tacto, el oído, olvida la vista, se centra en las sensaciones, detiene el tiempo, lleva el ritmo, consigue el control. Provoca el deseo de unión, cuando lo consigue llega muy adentro, se recrea en la profundidad, juega con el movimiento.
El buen amante te hace sentir única, especial, irrepetible, te acepta, te mima, te demuestra...
¿Conoces algún buen amante?