
Por cierto no me escribieron ninguna palabra dentro de él. Yo cuando regalo un libro siempre escribo qué me movió a comprar ese libro para esa persona... creo que los libros se presentan ante mis ojos cuando los estoy buscando para regalarlos y por eso van con unas palabras por mi parte hacía el que los recibe.
Bueno pues no sé si para recordarme qué es el amor o para qué pero el caso es que me regalaron este libro sobre cartas de amor. Y vaya que si hay cartas de amor, grandes y magníficas cartas de amor, pero lo que no se dice en el título es que también hay cartas de desamor... y claro cuando los grandes hombres hablan de amor usan palabras

Os dejo una estimable carta de uno de esos hombres a quien una señorita ha dado calabazas, no hay desperdicio...
La carta es de Benjamin Disraeli
Sic"
Sobre tu conducta general conmigo no hago comentarios. Ahora ya no tiene sentido. No te voy a reprender. Sólo me culpo a mí mismo. Todos me advirtieron: en público y en privado. Todos procuraron salvarme de la perdición en que he caído. ¡He sido un petimetre al suponer que te ibas a comportar conmigo de forma diferente a como lo has hecho con otros cincuenta! ¡Y aún así pensé que había tocado tu corazón! ¡Idiota desdichado! Como mujer de mundo lo deberías haber previsto. Y para gratificar tu vanidad, para divertirte durante diez meses, por la diversión de tu retiro, ¿has podido tener corazón para hacer esto? ¿No tenías ninguna presa innoble a mano que has tenido que degradar un ave del cielo?...
No intento ocultar mi estado. NO es de pena, no es de desgracia, es de angustia, es la permanencia de ese dolor que es la característica pasajera de la agonía. Todo lo que puede postrar a un hombre ha caído sobre mi cabeza de víctima. Mi corazón ultrajado, mi orgullo herido, mi honor claramente mancillado...
Adiós. No voy a fingir que deseo tu felicidad por que no está en tu naturaleza obtenerla. Durante unos pocos años podrás revolotear en un círculo frívolo. Pero llegará el momento en el que suspirarás por un corazón al que tenerle cariño y te desesperarás por uno que pueda ser fiel. Entonces habrá llegado la hora penal del castigo, entonces traerás a tu memoria el corazón apasionado que has exiliado y el genio al que has traicionado.
¡Qué cosas! al final y con el tiempo tanto Disraeli como May Anne (que es a quien va dirigida la carta) se casaron y además lo que él le desea al final como una maldición gitana no ocurrió, al contrario cuando ella accedió a casarse con él, Disraeli la amó profundamente y quedó destrozado cuando ella murió.
No intento ocultar mi estado. NO es de pena, no es de desgracia, es de angustia, es la permanencia de ese dolor que es la característica pasajera de la agonía. Todo lo que puede postrar a un hombre ha caído sobre mi cabeza de víctima. Mi corazón ultrajado, mi orgullo herido, mi honor claramente mancillado...
Adiós. No voy a fingir que deseo tu felicidad por que no está en tu naturaleza obtenerla. Durante unos pocos años podrás revolotear en un círculo frívolo. Pero llegará el momento en el que suspirarás por un corazón al que tenerle cariño y te desesperarás por uno que pueda ser fiel. Entonces habrá llegado la hora penal del castigo, entonces traerás a tu memoria el corazón apasionado que has exiliado y el genio al que has traicionado.
¡Qué cosas! al final y con el tiempo tanto Disraeli como May Anne (que es a quien va dirigida la carta) se casaron y además lo que él le desea al final como una maldición gitana no ocurrió, al contrario cuando ella accedió a casarse con él, Disraeli la amó profundamente y quedó destrozado cuando ella murió.
jejejejeje, pues si los grandes hombres también hablan de amor y desamor. Esta misiva se la podía yo dedicar a alguna. Lo pensaré.