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25 de marzo de 2010

Me interesa tu móvil

Suena mi teléfono, sábado 12,45 de la mañana...

Buenas tardes le llama Paola........ ........ señor D. ......... ............... ................ Si soy yo, buenas tardes Señor, le llamo de la compañía ............... para explicarle una oferta por ser un fiel cliente de nuestra compañía, nosotros queremos tener un trato diferenciado con usted, nos gustaría ofrecerle un servicio nuevo de televisión digital.
-¿Contrató alguna vez usted un servicio de televisión de pago? -No nunca- ¿Con ninguna compañía? -No-
Bien, entonces permítame señor............. que le ofrezca esta oferta por la que usted recibirá en su casa más de 90 canales de televisión digital incluídos gol televisión que hemos añadido hace poco a esta oferta y por la que no tendría que pagar nada, este canal incluye todos los partidos de la liga española y algunos de ligas europeas... ¿si? - Aja -
Actualmente usted paga por los servicios contratados con nosotros:................. según está reflejado en la factura que pagó en el último mes.... -Asi es-
Y qué le parece si yo le ofrezco por tan sólo 3 euros más un pack que incluye televisión digital con más de 90 canales, y que no le supondría coste alguno... -Aja-
Además señor.............. también le ofrecemos la posibilidad de una televisión interactiva con navegación por internet que está incluída dentro de pack, para ello necesitaría una simple instalación que nos encargaríamos nosotros llegarían a su casa y en una hora tendría la instalación hecha sin molestia para usted. -Si-
Recuerde señor.......... que esta oferta es solo para clientes que llevan con nosotros el tiempo que usted lleva, y es una oferta que quiere premiar su fidelidad y ofrecerles esta opción.
¿Qué le parece señor la oferta que le hice, le interesa?
Paola, me encanta tu voz.
¿Cómo dice?
Que me encanta tu voz, estuve escuchando todo el tiempo tu voz aquí sentadito sin moverme y disfrutando del sonido de tu voz... pero NO me interesa la oferta sólo escuchaba con atención y placer tu voz.
Perdone!! ¿Me escuchó todo el rato sin decir palabra por que le gusta escuchar mi voz...
Si así es Paola,
Cómo pudo estar ahí sin decir nada...?
Por que estaba pasándolo bien escuchándote
Señor, su señora se va a enfadar si le escucha decirme esas cosas,
No lo creo, no tengo señora,
Ah no tiene señora?
No
Pues entonces le llamaré Juan, de verdad que no te interesa la oferta?
Pues no, me interesa que me des tu móvil, pero la oferta de televisión digital no
Ahhhhhhh Juan no le puedo dar mi móvil, esta conversación está siendo grabada... y yo estoy trabajando.
Vaya, pues una pena por que me encantaría tener tu móvil...
Ha pensado Juan que la oferta que le hice se ventajosa para usted
Si, lo he pensado y no me interesa.
Muy bien si desea puedo anotar su móvil por si hubiera alguna oferta de telefonía móvil que le pudiera interesar
Mi móvil? si, cómo no Paola, anota
Ya está Juan, ya lo anoté
Repítemelo por favor Paola para saber que lo anotaste bien.
A ver dime si lo anoté bien....
Ese es mi móvil, ya lo tienes, Paola
Mucha gracias Juan, ha sido un placer hablar con usted. El placer ha sido mio Paola, ha sido mio
Yo también tengo que decirle que tiene una voz muy sensual y que me gusta mucho su voz.
jejejeje... sigo pensando que la tuya es más bonita. Bueno pues ya conoces mi móvil, Paola, ha sido un placer jejejejeje, el placer ha sido mio, que tengas un buen fin de semana,
Igualmente Paola que lo pases bien.

pi, pi, pi, pi
_______________________________________
Paola aún no me ha llamado.

6 de febrero de 2010

La sangre que fluye

7,30 de la mañana, Martes y no precisamente de carnaval... Recuerda, no puedes beber agua, no puedes desayunar, nada puede entrar en tu cuerpo que lo que contamine... En esos pensamientos estaba yo, cuando llegó la hora de irme al temido análisis.

La llegada triunfal, voy a por mi número (ya soy experto en esto, nadie se me colará) me dan el 13, y miran a 15 cobayas humanos al día. Así que me tocará esperar. Así es, allí hay gente, por sus caras despiertas y su vigilia, supongo que llegaron a las 7,3o, a aquella sala... Otra vez me temo lo peor, los que vamos a ser analizados llevamos nuestras muestras de fluidos y detritos corporales, hay bolsas del carrefour de las antiguas que esconden lo que para algunos son miserias y asquerosidades, para mi, no lo son. Veo que algunos botes de los que tienen que traer una muestra de orina, están llenos, algo imposible de hacer puesto que el mecanismo que ahora utilizan evita que se llene el bote y con unos mililitros es suficiente. Me imagino al señor, tratando de llenar el tubito de muestra con su pis, me hace gracia...

Aparecen los ayudantes de los chamanes. Todo el mundo se levanta a la vez, ¿para qué entonces los números? taponan la puerta que está abierta donde se han metido los amigos de la sangre. Y comienza el rosario, entran y salen cargados de tubos de ensayo, algunos con dos, otros con cuatro y otros incluso con cinco. Llega mi número, y a mi me han tocado cuatro tubitos, soy casi el que más tiene.

Espero y vuelvo a entrar... la rubia que me agarra el brazo me dice cierra el puño, y me ata una goma en el brazo mi vena se hincha y ella mete una aguja (gruesa a mi parecer) en mi brazo, la sangre sale a presión de mi brazo y llena los cuatro tubos sin pausa y rápidamente, miro todo el proceso sin inmutarme... creía que mi sangre era más densa, ahora allí metida me parece acuosa. Algodón en el agujero hecho por la aguja y para casa...

Es rápido e indoloro.
No temo a los espíritus.
Ya solo me queda volver al chamán.

2 de febrero de 2010

Doctor House ¿Dónde estás?

He ido al médico... Nada especial, sin duda, pero es que yo no suelo acudir al chamán de la tribu a no ser que me posean los espíritus, y éstos, llevaban bastante tiempo sin entrar dentro de mi cuerpo. Claro, la última vez que me hice un análisis tenía ¡No lo recuerdooooooooo!

A mi edad, todo el mundo me dijo que tenía que hacerlo ¿Y para qué? preguntaba yo, pues para saber cómo estás, era la respuesta. Estoy bien, contestaba, eso no lo sabes me respondían. Entre unos y otras me han convencido. Así que bueno pregunté qué tenía que hacer para hacerme un análisis de sangre y qué pasos dar... ya sé, ya sé que ahora estás pensando con sorpresa que cómo es que no sé qué hay que hacer para hacerse un análisis, pero es cierto, no lo sé, o no lo sabía, por que ahora algo sé, aunque no mucho.

Primer paso llamar para pedir cita. Hecho, aunque me dicen que si quiero un análisis pida hora para hacerme análisis (primer error, hay que pasar antes por el médico, para que él escriba lo que tú le dices, yo le dije quiero una análisis de sangre y él me dijo para qué...) pero yo no lo sabía, en ayunas 8,15 de la mañana para llegar temprano y coger número a pesar de que ya había pedido cita, tenía que coger número una vez en el centro de salud... Pregunto en la ventanilla que dónde se hacen los análisis y comentando digo que no me ha visto el médico; la cara del administrativo se contrae y sus pupilas se dilatan, cree que le gasto una broma, pero me ve serio... me dice que tengo que pedir antes cita médica, lo hago, ese mismo día. Un par de horas después.

Llego a la consulta me asomo disimuladamente y un médico negro está atendiendo a una parejita de ancianos, cuando ve que fisgoneo desde la puerta le pide a la mujer que cierre la puerta, es cuestión de esperar y me siento frente a la puerta en la que hay dos muletas con el nombre de alguien, Felisa, pone en una pegatina que está en uno de los fémures de la muleta.

Cuando estoy sentado hay dos mujeres hablando de lo suyo, que si estoy enferma de esto que si estoy de lo otro... no les presto atención, en cuanto escucho la cantidad de síntomas que tienen, por que enfermedad no parece que tengan...

Llega una señora, se sienta a mi lado y me pregunta si ha empezado la consulta, le digo que si, y me pregunta que si hay alguien dentro respondo que si otra vez, me pregunta que a qué hora tengo le digo que a las diez, ella sonríe y me dice yo tengo a las diez menos cinco voy antes que tú. No me hace gracia, pero bueno.

La mujer que está sentada mi izquierda pregunta mirando a las enfermas sintomáticas que si ha empezado a pasar consulta el médico así con voz susurrante, pero la he escuchado y a esa pregunta ya le había respondido yo... las dos señoras que estaban con lo suyo, lo dejan y le comentan a la señora que no está el doctor camarero, (así se llama mi médico, camarero) que lo está sustituyendo el negrito, la señora de mi izquierda pregunta ¿quién está? Una de las señoras de las que tienen lo suyo, repite ahora con vergüenza por que tiene que subir el tono de la voz, -está el médico negro, ése que nadie quiere... Alucino con la respuesta y más cuando la señora incrédula que está a mi lado, comenta ahhhhhhh, pues entonces yo me voy a ir por que lo que traigo no sé si este me lo va a poder hacer, sonrío, se va perfecto me tocará a mi, habré terminado en cinco minutos... Me equivoco, la señora de la izquierda entabla conversación con la fémina sintomática que dice que el médico negro, al que nadie quiere, tiene pocos pacientes, que ella no entra en la consulta cuando está él y bla, bla, bla... Al final consigue que la señora incrédula no se vaya. Después de 10 minutos de espera y charla me pregunta (otra vez la señora).

¿Hay alguien dentro?
Si. Respondo
¿Estás seguro? Me espeta.
Si. Respondo tajante y secamente.

Bueno mi cara acaba de decirle que ya. Que se vaya si se va a ir o que deje de molestarme con su ignorancia e incredulidad.

Continuará

9 de septiembre de 2009

Ser como un lápiz

Hace no mucho leí una bella historia recogida de un folleto, su autoría no aparece en dicha publicación, atribuyéndola a un autor desconocido.
La niñita mientras hacía los deberes, miraba al abuel o escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:
¿Abuelo estás escribiendo una historia que nos pasó a nosotros a los dos? ¿Es por casualidad una historia sobre mi?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo a la nieta: Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas. 
La nieta miró el lápiz intrigada, no vio nada de especial en él y preguntó:
¿Qué tiene de especial este lápiz? dijo un tanto asombrada.
El abuelo respondió:
Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que si consiues mantenerlas harán siempre de ti una persona en paz con el mundo. Y el abuelo le contó las cualidades del lápiz.
Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que te guía tus pasos.
Segunda cualidad: De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera cualidad: El lápiz siempre permite que usemos una goma, para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafio que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Quinta cualidad: Siempre deja una marca.

9 de julio de 2009

Me gusta como te sienta el verde

Te sienta bien el verde.

Hace juego con tus ojos, tus caderas son más redondas y sensuales, que nunca, ahora, en verano. Sigues poniéndote nerviosa cada vez que notas cómo late su corazón y su voz te ataca con palabras bonitas sobre tu cuerpo.

Otra vez lo viste y lo seguiste y te vio y te esperó y os mirasteis y...

Te acercaste como siempre ofreciéndote entera, entregándote sin rechistar esperando ser abrazada y atravesada y marcada por sus manos y su cuerpo. Así lo recibiste desde el final de la espalda hasta la nuca, quedando adormecida por el deseo.

Lo miraste sin aún separarte de él, buscando sus labios, sus ojos y su alma a través de aquéllos. Él te miró el cuello, los ojos y se imagino tus labios entreabiertos después de besarte con pasión. Él te entregó sus labios, sus ojos y su alma. Tú le ofreciste tu cuello, tus ojos y tus labios.

Puso las manos en tus caderas, las notaste, y te estremeciste, pudo notar la delicada ropa interior sobre tu piel, imaginó el encaje y los arabescos, se detuvo en el mullido redondel del hueso de tu cadera, apretó sus manos para que lo notarás más.

La miel apareció dentro de ti para ser libada, la dulzura de tus gotas azucaradas eran la perfecta mezcla con el salado de tu piel, estabas preparada, pero no te atrevías a decírselo.

Le agarraste la mano y él te devolvió el asidero, te tocó otra vez buscándote y conociéndote te acercaste a él casi lo rozabas cuando sus manos llegaron a tu cadera otra vez, te sentiste mujer deseada, sabías que en cualquier momento podía suceder, por destino, por que los dioses os tenían destinados, era posible y sería real, algún día en algún lugar seríais uno, enredados, enmarañados, despeinados, jadeantes y sensuales, bailando y adorando al sexo, por que así estaba escrito por que así sería, por que los dioses lo ordenaban y por que los dos lo deseabais.

Te sienta bien el verde, hace juego con tus ojos.



29 de mayo de 2009

Tres lobos brillantes aullando a la luna


Martin entra en una tienda de carretera y ve una camiseta, le gustan esos lobos aullando, además es negra y perfecta para su trabajo de camionero, se notará menos la suciedad. Se la compra y nada más montar en el camión se la pone, contento y escuchando música en alto celebrando su compra, se detiene en la próxima parada programada, lleva con la camiseta puesta unos 354 kilómetros y la siente suya...

Le pone un nombre muy descriptivo:

"Three Wolves Howling At The Moon"
Tres lobos aullando a la Luna.


Se baja de su camión y no hace más que poner un pie en el suelo cuando un grupo de mujeres le rodea y comienza a agasajarlo con abrazos y besos, coquetean con él agarradas a su fornido cuerpo . Le hablan de su camiseta de que es un hombre misterioso, y atractivo... mientras se dirige a la cafetería como si una estrella de Hollywood se tratase, entra en el bar y todos vuelven la vista hacía Martin, las miradas de envidia y deseo recorren como balas todos los espacios del bar... Esa noche Martin termina cansado entre los brazos de una bella mujer... al fondo de la habitación ya sin luz Martin cae en la cuenta de que los lobos brillan en la oscuridad y se duerme con una sonrisa en los labios.

Después de conducir durante dos días más llega a New Jersey que es su destino, allí se conecta a la red, entra en el foro de la tienda donde compró la camiseta y cuenta el increíble caso de un hombre que se puso una camiseta y su vida cambió para siempre.

“…me puse la camiseta de los 3 lobos, y la magia comenzó… salí de mi caravana camino al Wal Mart e inmediatamente comencé a ser abordado por bellas mujeres… estaba en la sección de calcetines cuando una belleza se me acercó y me dijo que le gustaba mi camiseta…montamos en mi ciclomotor y nos alejamos en la oscuridad”


Aquí la puedes comprar, por cierto le han subido el precio a raíz de las fuerzas sobrenaturales que acompañan a la camiseta. Y ha generado más de ocho mil comentarios de usuarios de la camiseta que narran qué les ocurrió cuando la camiseta entró en contacto con sus cuerpos.

Vistoaquí

24 de marzo de 2009

Papá Leopardo

Hace algún tiempo escuché una historia divertidísima que le ocurrió a una mamá en una visita la ginecólogo, en resumidas cuentas, la señora tenía que ir a su médico a primera hora de la mañana y no le dio tiempo a darse una ducha, solo utilizó una toallita que había doblada en el borde de la bañera, la humedeció y se aseó sus genitales...

Cuando estaba en el potro el ginecólogo le dijo algo así como hoy ha hecho un esfuerzo por estar más guapa... ella no entendió el comentario pero tampoco le dio mayor importancia... el día transcurrió como otro día normal y cuando regresó a casa, después de recoger a su hija del colegio, la niña le preguntó mamá ¿Dónde está mi toallita? la mamá cogió una toallita del armario y se la dio a la niña quien con tono de disgusto le dijo, - No mamá, no quiero ésta, quiero mi toallita, donde tenía toda la purpurina y las estrellas para jugar...
La mamá, rápidamente, infirió toalla-ginecólogo-purpurina-más guapa... como comprenderéis parece una historia un tanto inventada, pero inventada o no fue la ganadora de un concurso en una radio sobre historias graciosas que te hubieran ocurrido.

Hace algunos días mi hijo me estuvo maquillando la cara, toda la cara, desde los párpados hasta las aletas de la nariz pasando por las orejas, cejas, y boca como se aprecia en la foto, él se divierte y a mi me hace gracia que utilice mi cara como bloc de dibujo, el caso es que él me quería maquillar como una jirafa, aunque después de mirarme en el espejo le dije que parecía más un leopardo que una jirafa, claro que un leopardo de fiesta, por que no había más colores en el set de maquillaje, que sino, más colores me pone en la cara. En fin, que nos hacemos fotos luego y nos reímos juntos, así que merece la pena el susto cuando te miras al espejo.

Después de hacernos las fotos correspondientes y de mancharle la cara yo a él con su obra pictórica me lavé la cara con agua tibia y toda la pintura desapareció, nos vestimos y salimos al parque a pasear los dos solos, por el camino nos encontramos con conocidos, también padres con los que te paras un momento para hablar de las proezas que cada uno de nuestros vástagos consigue día a día.

No ocurrió nada, pero después de estar toda una tarde en le parque entre miles y miles de niños-niñas-madres y algún padre, entre ellos yo, me dice mi hijo muy serio:

-Papá, tienes las orejas verdes. Me dijo con toda tranquilidad.
-¿ Eh ? dije yo con sorpresa ¿Cómo que tengo las orejas verdes?
-Si, que tienes las orejas pintadas de verde...
-¿¡Qué tengo las orejas pintadas de verde!? #%}·%@~¬$&*# ¿Por dónde? si me he lavado la cara muy bien...
-Por detrás no te has lavado y también pinté las orejas del leopardo por detrás...
-Me empecé a reír, aunque con cierto rubor en la cara, por que estaba claro que había estado paseando mis orejas de leopardo toda la tarde por el parque, tranquilamente...
-Él también empezó a reírse y nos fuimos a una fuente para quitarme los restos del felino y para que me ayudara a dejar de ser un leopardo, su leopardo preferido.

En fin, es duro ser padre. Y también madre, como le pasó a la mamá de la purpurina.


La historia de la purpurina, completa, está aquí

17 de marzo de 2009

Obsesión por madrugar

Hoy amaneció temprano...

Como siempre, como cada día se dispuso a llevar a cabo sus abluciones como don Rigoberto hacía cuando la madrastra era elogiada, primero preparar el cuenco de agua tibia, con sal, esperar 3 minutos exactamente contados por el reloj de bolsillo de su abuelo que había marcado las horas de la vida de varias generaciones familiares.

Primero desabotonar el pijama, mirarse la tripa cada día más dura, mirarse a los ojos y comprobar como el reloj no se equivocaba y seguía en su incansable y eterno compás, subirse hasta los codos las mangas, y meter suavemente las manos en el agua, notar cómo el calor le recorría lenta pero implacablemente.

Una vez limpias las manos, llegaba el momento de meter la cara en agua fría, vaciaba el cuenco sobre el lavabo y una vez todo el agua había desaparecido por ese agujero infinito colocaba el tapón, y llenaba el cóncavo recipiente con agua muy fría, a continuación casi sin pensar y aguantando la respiración metía la cabeza en líquido durante 30 segundos durante 3 veces, algo como aquello ponía los pelos de punta a cualquiera pero a él, después de 50 años era lo más placentero que podía hacer a primera hora de la mañana.

No recordaba desde cuando llevaba madrugando pero lo hacía desde que se conocía, tal vez 5 años, 6 años. No importaba, madrugaba y así era feliz.


4 de marzo de 2009

El esperpento en una noche bohemia

El sábado pasado, por circunstancias terminamos a altas horas de la madrugada, en una discoteca, y yo a pesar de que hace tiempo que no iba a discotecas, (jajajajaja) al menos a esas horas, me quedé anonadado.

Trataré de explicar que había además de borrachos, nosotros entre ellos, pero bueno, esta es la visión de la sala donde entramos, como ya dije pasadas algunas horas de la medianoche.

Una puerta cerrada nos indicaba que para entrar en la discoteca tendríamos que hacerlo por la puerta de emergencia, que permanecía abierta, nada más recorrer un pasillo muy iluminado te encontrabas con la negrura del local, los colores verdes aparecían por las paredes como una auténtico paisaje lisérgico.... de frente a la puerta de emergencia, por donde entramos, una barra con dos camareros chica-chico, un poco más adelante a la derecha, otra barra, la principal grande en forma de ele, con cuatro camareras estudiantes sin mucho provecho, y ganándose algunos euros los fines de semana, nada profesionales y vestidas para ser miradas... A la derecha y enfrente de la barra principal un escenario y por encima de éste dos Dj poniendo música de baile.
Si esta es la descripción del local, vamos ahora con los personajes sacados del mismo lugar que recorrió Max Estrella.

Encima de la barra principal donde estaban las cuatro niñas-camareras un enano, literalmente, haciendo un strep-tease, sentado en las piernas acluquilladas de una chica, el enano con un micrófono en la mano gritando a una chica que se llamaba Rebeca, -A ti lo que te pasa es que estás cachondaaaaaaaaaaa, y Rebeca se reía escandalosamente entre sus amigas que jaleaban su nombre.

En el escenario frente a la barra principal un tipo que seguro se presentó a la selección de fama a bailar que movía los brazos compulsivamente bailando y gustándose. No paraba y debía llevar así horas estaba sudando, a pesar de estar con una camiseta de tirantes de color negro ajustadísima.

En medio de la pista un grupo de chicas, a los pies del bailarín de fama, serían unas nueve con nueve corazones que esa noche no habían encontrado el amor que buscaban. Entre ellas moviéndose por entre sus vestidos y corazones, un chico que les hacía fotografías, una y otra vez, mientras ellas ponían caritas y poses y se reían y miraban furtivamente a los hombres, pocos, que había en la discoteca.

Un poco más allá, estaba la Paqui con sus amigas de la misma edad, una mujer de unos cuarenta y cinco años que tiempo atrás intentó darme un beso, a pesar de que no había atracción ni ganas por mi parte, con su pelo rubio teñido y su sonrisa indefectible y forzada, según ella fue gogó de un local en Madrid y ahora vivía en un pueblecito pequeño donde se agobiaba y necesitaba salir, así los fines de semana se pasaba todos los días fuera de casa por la noche y durmiendo por el día, según ella, claro.

En la barra de la izquierda, justo en donde la forma de la misma se convertía en el apoyo de la ele, una chica con aspecto más que apreciable de ser una chica de compañía, metida entre un proxeneta y un cliente, quienes la miraban con deseos nada limpios, los tres estaban tomando en la barra.

En medio de la pista y sin hacer mucho ruido aparecen una pareja de gays, que llegan y se ponen a bailar, en un momento dado uno de los gays, el guapo se sube al escenario con el bailarín de fama, y el otro, se acerca al tipo que hacía fotos al corazón de las solitarias, y sin darnos cuenta el que se había acercado al fotógrafo aparece con las piernas sobre los hombros del tipo de las fotos, como si fuera un hombre mochila, con las manos agarradas a la cintura del tipo y con la cabeza justo en el orto del otro, era un 96 inver no sé como llegó a esa posición, pero tal vez un porté mal ejecutado.

Todo esto ocurría mientras nosostros sin darnos cuenta de que todo aquello parecía un sueño seguiamos bailando y bailando, parecía como si todo fuera irreal uno de esos sueños donde aparecen imágenes inconexas, que van y vienen.

Cuando pudimos escapar del sueño había amanecido y nuestras caras mostraban signos de haber vivido una pesadilla, pero estábamos los tres contentos y felices, por haber vivido un viaje igual que hicieron Max y Don Latino...

27 de octubre de 2008

Una historia de amor que no fue II

... Ella, en una decisión difícil pero impulsiva tomó un camino sin retorno, no lo conoceré, se dijo así misma. Pero cómo evitar que me encuentre, la tienda no es demasiado grande y si continua caminando me encontrará. Rápidamente ideó un plan, no tenía previsto nada, y decidió sentarse y esperar a que pasara por delante de ella, al poco tiempo de estar sentada y mientras seguía hablando por el móvil con Iam, lo vio aparecer, estaba allí, iba caminando a unos metros de ella, mirando a un sitio y otro, buscándola, se sintió halagada, iba sonriendo, sintió algo extraño, hablaba por teléfono con alguien a quien nunca había visto, al menos en persona, estaba allí mirándolo y fijándose en todos sus movimientos, sin dejarse ver, tras una revista que improvisadamente había puesto delante de su cara, era tan extraño. Se sentía tras el cristal de una cámara de Gesell observando a un sujeto experimental, de las furtivas miradas que le lanzó pensó es más bajo de lo que creía y tiene el pelo más largo de lo que me gustaría, pero no está mal, es, tal y cómo me lo había imaginado.

Estaba allí algo que nunca creyó que haría, pero estaba allí, ahora sólo quedaba dar un paso, un paso que no daría jamás.

Al cabo de varios minutos sin dejar de hablar por teléfono Iam entendió que no iba a conocerla, a pesar de que estuvo algunos minutos más en la tienda, observando a todas las mujeres que había queriendo encontrarla entre la multitud, poco a poco sus ilusiones se fueron disipando y terminó siendo tan práctico como siempre es en su vida.

No puedes ni debes obligar a nadie a hacer aquello que no quiere.

Desistió, era demasiado bonito como para que sucediera. Se acordó de aquella película de Tom hanks y Meg Ryan, claro que aquello no era el 91st street Garden, y ellos no eran ni Kathleen Kelly ni Joe Fox.

Era la vida real, y ya nunca más tendrían un email el uno del otro.

16 de octubre de 2008

Bésame tonto, bésala tonto

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!
G.A.BÉCQUER


Hace algunos días salí al balcón de mi casa para respirar la noche y disfrutar de la luna nueva de otoño...
Al mirar hacía abajo una pareja conversaba frente a frente, en ese momento pasó inadvertida la situación y mi mirada se dirigió al cielo, y a la calle sin centrarse en nada en especial. Tras unos minutos perdido en mi pensamientos y sin dejar de mirar a la luna, volví mi vista hacía la calle y la pareja seguía allí, conversando, ¿De qué hablarían? ¿Qué relación tendrían?... de pronto y observando con detenimiento desde la atalaya "balconífera" me di cuenta de que estaban conociéndose y que habían pasado la tarde juntos, tomando café, visitando algún lugar.

Ella llevaba unos vaqueros una camisa blanca que tan bien sienta a las chicas y un chaleco negro de raso brillante en la mano llevaba un abrigo rojo y un disco compacto, sonreía y miraba con atención al muchacho que tenía un polo blanco y algunos kilos de más.

Rápidamente me imaginé todo lo que les había sucedido, ella era enfermera, divorciada y sin hijos, aún joven aunque alcanzada ya la madurez que hace bellas a las mujeres cuando pasan los treinta, él había tenido parejas y por una u otra razón ninguna fraguó. Estaban allí frente a frente mirándose y deseando besarse, ella tenía un pie adelantado y cada comentario que él hacía ella respondía con una sonrisa, si algún coche pasaba, ella tocaba su brazo como si quisiera apartarlo del peligro y acogerlo en su ardiente pecho, él seguía conversando, obligado a moverse para no ser arrollado cambiaba la posición y ella se volvía a acomodar frente a él. Estaba tan claro para mi, ella le estaba diciendo que la besara pero él por educación o vergüenza o no se daba cuenta o no quería darse cuenta, pero ella no podía decírselo más claro... durante minutos eternos esperé a que él se decidiera, le tocó el cabello, se acercó más a ella pero nada no había forma, ¡ Bésame tonto! le decía ella con los ojos con sus caderas con sus pies con sus manos con sus labios y él no se daba cuenta.

El muchacho me recordaba a mi en ocasiones similares, cuando delante de mi estaba la evidencia que yo no quería ver o no supe ver.

Como no podía aguantar más, ante la falta de iniciativa del chico, di un paso adelante y grité - Bésala ya, ella quiere que la beses-. Sabía que no podían verme porque la farola bajo la que estaban les cegaría si mirasen hacía arriba.

No sé si la besó...

Bueno, si lo sé. Lo hizo, pero para despedirse de ella no fue el beso que ella esperaba, pero al menos la besó.



11 de septiembre de 2008

Cartas desde la guerra

Querida Milagros:

Hoy soñé contigo, fue tan real que por un momento al despertar te llamé, creyendo que estabas en el cuarto vistiéndote para salir juntos a dar un paseo... pero malditos sueños no hechos realidad. No estás aquí, ahora mismo tu segundo hijo estará naciendo, sino ha nacido ya.

¿Por qué es la vida tan cruel? ¿Por qué nos conocimos?¿ Por qué nos amamos tanto? ¿Por qué después de hacer el amor siempre sonreíamos? ¿Por qué no me esperaste? Volví a por ti en cuanto la batalla terminó pero te habías marchado, habías vuelto al lugar del que huiste... ¿Por qué?

Luego cuando pude hablar contigo noté tu amor hacía mi, sabía y sé que me sigues queriendo que somos dos almas gemelas, que antes de morir nos acordaremos el uno del otro, que la vida no volverá a ser igual que antes de conocernos, que antes de amarnos, que antes de separarnos...

Son tantas las preguntas, tantos los abrazos y besos que guardaba para ti, las sorpresas que te tenía preparadas, las miradas que te hubiera robado que me duele tanto, tanto, el alma que a veces pienso que no tiene mucho sentido la vida.

Cuando estaba en el frente, a cada momento estabas en mi cabeza, soñaba con el reencuentro con abrazarte durante toda la eternidad, en algún momento pensé que aguantarías, luego ya me dijiste que todo se complicó y no pudiste hacer nada para que no te llevaran... ¡Qué dolor y qué desánimo cuando escuché tu voz tan lejana!

Te quiero tanto, te deseo tanto, te amo tanto que a veces me doy miedo.

Siempre tuyo; el soldado enamorado.



10 de septiembre de 2008

Rituales de belleza femenina

Entre mis aficiones "voyeur", diríamos mejor, aficiones de mirador, se encuentra ver como una mujer se prepara o lleva a cabo sus rituales de belleza.

Hace unos días una amiga, de una forma un tanto casual, me permitió contemplar este bello espectáculo visual, me permitió degustar como se secaba el pelo fue un momento tan sensual, ver su cabello hacía un lado y hacia otro, meter los dedos entre sus cabellos, mirarse en el espejo, girar su rostro a la izquierda, a la derecha, otra vez, un poco más a la izquierda, bajar su cabeza y sentir el aire desplazado por su cabello, mientras sus manos que se movían con aires de experta entraban una y otra vez, ayudadas por sus dedos dentro del cabello.

El secador, se movía alrededor de toda su cabellera con ligereza, rápidamente con paradas que a mi se me antojaban eternas en los lugares aún húmedos.

Su cuerpo estaba tan pronto erguido como doblado, subía bajaba, se giraba; sus piernas colocadas a unos 50cm una de la otra formando un apoyo exacto y piramidal con el lavabo que hacía de vértice de esta monumental y maravillosa pirámide morena.

El rostro de mi amiga, mostraba signos de silencio y concentración, no sonreía, sólo el gesto de empeño en buscar esa imagen de belleza que buscaba desde el inicio.

Evidentemente, yo no existía para ella, sólo el cabello, su imagen reflejada en el espejo y algún pensamiento sobre algún amor no correspondido, tan solo estas tres cosas estaban en su cerebro. Pero yo estaba allí quedo, silencioso, observándola de arriba abajo, y volando tras sus manos cuando atacaban la entrada en el cabello, oliendo los aromas que desprendía su cabello al ser movido, estaba allí inmóvil, pensativo y admirado por la belleza de las formas, los movimientos la soltura y la grandeza del momento.

Me sentí insignificante ante tanta belleza. Cuando terminó mi amiga hizo un último gesto ante el espejo, se miró un lado, el izquierdo, luego el derecho y asintió con la cabeza, - ya está- dijo, me miró y sonrió.

Gracias amiga, por ese momento de placer visual que me regalaste, aunque tú no seas consciente de ello.

13 de marzo de 2008

Quiero que subas otra vez a mi coche

Hoy de regreso a casa te imaginé a mi lado, mientras conducía tú mirabas el paisaje con la cabeza en tus pensamientos, estabas tan bonita... miré tu perfil, tus senos marcados por la blusa blanca que tanto me gusta, durante más de noventa kilómetros no había nada solos tú y yo, solos hacía el final de una carretera sin fin. Tu rostro calmado, tu mirada serena, la luz del sol al atardecer me pareció una visión tan bella que caí en la cuenta de que hay pocas cosas tan bonitas como tu pelo.

Una y otra vez te miro y veo en ti la candidez que más me gusta, la niña que eres encerrada en un cuerpo de mujer, cuando me miras me haces temblar sólo con mirarme, no sé quién te hizo así pero te aseguro que provocas en mi unos sentimientos que nadie antes provocó.

Quiero volver a hacer un viaje contigo quiero volver a ver tus ojos mirando el horizonte, nuestro horizonte.


16 de febrero de 2008

Los niños salvaron su vida

Esta historia me la contó mi padre muchas veces... sin ser fiel a los datos históricos la aventura me parece una odisea propia de un héroe griego, por eso y por que es increíble lo que le sucedió a José, mi bisabuelo, creo que merece la pena ser contada.
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Mi bisabuelo, recibió una carta el 28 de febrero de 1898 desde Cuba, su hermano, teniente de la armada española le escribe diciéndole que se vaya con él hasta la isla caribeña donde se vive muy bien. José, que así se llamaba, mi bisabuelo no tiene dinero para realizar el viaje, así que su padre Francisco decide vender unas tierras que poseía desde hacía generaciones para que su hijo pueda viajar hasta Cuba para reunirse con su hermano y vivir una vida más desahogada de la que en esa fecha se vivía en España.

Después de reunir el dinero se embarca para la isla de Cuba, llega allí el 21 de abril del año 1898, algunos días antes la armada norteamericana había bombardeado Matanzas, en ese bombardeo el hermano de mi bisabuelo con quien iba a reunirse después de algunos años había muerto. Cuando llega a Santiago, donde suponía se encontraba su hermano y pregunta a los españoles que encuentra le dicen que la mujer de su hermano con sus hijos va de regreso a España en un buque que zarpó el mismo día de su llegada. Sólo sin conocer a nadie, y sin saber donde ir, se encuentra en medio de una guerra, ya que, algunos días después los americanos declaran la guerra a los españoles, mi bisabuelo, sobrevive como puede en una isla que de ser un paraíso se ha convertido en un infierno.

El 4 de agosto después de llevar algunos días escondido es capturado como enemigo y deportado más tarde, en el mes de diciembre a Filipinas. Durante todo este tiempo en su casa, su padre no sabe nada de él. Si le han llegado las noticias de la muerte de su otro hijo el teniente Félix, desesperado y convencido de que mi bisabuelo ha muerto, le hacen un funeral.

Mientras tanto mi bisabuelo sigue preso en Filipinas esperando se ejecute la sentencia que lo condena a muerte. El cautiverio lo cumple en las casas de los aldeanos, no hay por tanto una cárcel como tal, él vive con las familias quien se ocupan de alimentarlo y custodiarlo hasta el día de su ejecución, en varias ocasiones los soldados llegan a por él, para darle garrote, pero mi bisabuelo tenía un don, era alguien especial, a quien los niños de las familias donde estaba adoraban por que jugaba con ellos e incluso los cuidaba cuando los padres tenían que salir de la casa, por tanto se había ganado el cariño de los niños y a todas horas estaban con él; así cuando los soldados llegaban para llevárselo los niños se agarraban a sus piernas y comenzaban a llorar gritando que no se lo llevaran... los soldados conmovidos daban unos días a mi bisabuelo prometiendo volver a por él... en al menos cuatro ocasiones intentaron conducirlo hasta el patíbulo, pero en todas los niños de la familia filipina lo impidieron.

Más tarde España y E.E.U.U firman el tratado de paz y mi bisabuelo es liberado, solo otra vez en otra isla se pone a trabajar para conseguir el dinero necesario para volver a su tierra... unos años después consigue embarcarse en un mercante que lo trae de nuevo a España...

Ante el asombro de su familia llega a su pueblo donde recibe el alborozo y júbilo de todos... durante todo este tiempo ha tenido la promesa de que si volvía a ver a su familia iría con garbanzos en los zapatos hasta Guadalupe (santuario extremeño) donde se venera a la virgen del mismo nombre, pudo cumplir su promesa.

Según los datos aproximados que obtengo de esta página tenemos el siguiente recorrido:
  • Distancia del pueblo natal de mi bisabuelo a Cuba 7.372,77 km.
  • Distancia de Cuba aFilipinas 15.317,95 km.
  • Distancia de Filipinas a España 12.177,54 km.
  • Distancia desde el pueblo de mi bisabuelo a Guadalupe 100 km.

Esta es la historia que, como decía antes, sin ser ajustada a los hechos históricos mi padre me contó que le contó su padre a cuyo padre le pasó. Evidentemente en esta historia hay rellenos de memoria puesto que es una historia oral y hay algunas fallas en fechas y acontecimientos que no pudieron ser posibles si tenemos en cuenta los datos históricos, pero en cualquier caso es bonita y digna de contar.

5 de febrero de 2008

Nosce te ipsum!

El día 7 de hace algunos meses viajé a Delfos hasta la región de Focia, allí fui a preguntarle al oráculo, qué decisión debía tomar en un asunto grave.

Primero ofrecí un sacrificio, luego pague las correspondientes tasas y llegué hasta el fondo del templo. Allí la pitia bailó para mi una danza sensual, se contorsionó, gimió y gritó mientras agitaba su pecho de forma espasmódica, en ese momento tuve miedo; sus caderas redondeadas bajo la transparente tela me dejaron entrever una mancha en su piel con forma de acanto, luego todo quedó en silencio y me fue revelado la siguiente predicción:





De los sesenta y dos días de dos meses

busca alguno en que no suceda lo que temes.
Mira el futuro con tus ojos y no con los de los demás
da la oportunidad durante la décima parte de los días.

Luego

El primer día de luna
busca una balanza bien calibrada, en uno de sus platillos
coloca un kébele lleno de amor en el otro un aríbalo lleno de felicidad,
aguarda unos instantes, mira con detenimiento la inclinación de los platillos
intercambia lo pesado de platillo,
espera unos instantes a que la balanza marque la inclinación nuevamente.
Cuando estés en estas.
No temas por la humillación, ni hagas caso de las burlas,
Lanza contra el suelo las vasijas,
para que no te tiente la idea de pesar nuevamente las vasijas.

Luego

Decide quién pesó más con los datos obtenidos.
Toma la decisión en función de tu medición, de los principios que tienes.
No te dejes cegar por otros que no estaban cuando pesaste
Cierra los ojos, respira profundamente y

-DECIDE-

Sólo existe un día en que podrás tomar esa decisión, ni ayer ni mañana tendrás la oportunidad.
Ese día es hoy.
Acertarás en tu decisión siempre que seas tú, que te conozcas a ti mismo.

Cuando salí de allí dentro entre aturdido por el olor a humo y alucinado por los movimientos de la pitia, que aún seguía danzando en mi cabeza miré hacía atras y leí "Nosce te ipsum" conócete a ti mismo, interpreté que debía ser fiel a mis principios, que debía tomar la decisión que me hiciera feliz, que me librase del pegajoso lodo que en ese momento me llegaba por los tobillos, amarrándome a la tierra sin remedio el lodo que amenazaba con engullirme...