
Gracias, un millón de gracias. Me gusta tocar a mis amigos, me gusta que me toquen, me gusta sentirlos cerca, no entiendo por que no lo hacemos más a menudo, no es malo, al contrario es agradable, la piel que nos recubre es sensitiva, muy sensitiva, pero a los humanos, esos extraños seres, nos da vergüenza acariciar, tocar y rozar los cuerpos de las personas que son cercanas a nosotros, no digamos ya si quien nos toca es un desconocido.
Así partiendo de esta idea, surgió una campaña de la mente de otro HÉROE, de los que me gustan a mi, de los que no son mundialmente conocidos, de los que no marcan goles, ni cantan grandes éxitos... un héroe es, para mi, un hombre sencillo, discreto, alejado del éxito voluntariamente y que sólo sus ideas o acciones es capaz de mejorar el mundo, esta es la historia de Juan Mann, un HÉROE, que inició la campaña Free Hugs (ABRAZOS GRATIS). A la que estoy adherido (igual que mi achuchada Olivia) desde hace tiempo, tanto, que llevo recibidos/dados 1001 abrazos, eso significa que mis amigos se han preocupado de dar ese número de veces sobre el botón que me regala abrazos virtuales, y también significa que en todos esos clicks, me abracé a ellos... son muchos abrazos, han sido muchos momentos inolvidables, cada uno de esos abrazos significa un gracias, amigo.
Enero de 2004, Sydney. Juan Mann acaba de volver de Londres y se siente solo. Sus mejores amigos están lejos, sus padres se han divorciado, ha roto con su prometida y su abuela está muy enferma. Necesita algo para alegrarse así que va a una fiesta, en la que una absoluta desconocida se le acercó y le dio un abrazo. ” Me sentí como un rey, fue lo mejor que me ha pasado nunca” confesaba recientemente en una de las pocas entrevistas que hay de este personaje. Ese abrazo cambió su vida, y quizás la del resto del mundo. Seis meses más tarde, un 30 de junio, Mann salió a la calle, al Pitt Mall Street de Sidney, dispuesto a repartir abrazos gratuitamente. La gente le miraba extrañada, no sabía cómo reaccionar, hasta que pasados 15 minutos logró el primer abrazo de una anciana.
La popularidad de Mann y la cámara Moore llamaron la atención de las autoridades de Sydney que tomaron una absurda medida: prohibieron a Mann que siguiera con su campaña salvo que suscribiera un seguro de responsabilidad civil de 25 millones de $. Lógicamente esto no estaba al alcance de Mann. Pero nuestro héroe no se rindió y aunque acosado por la policía, siguió con su campaña aunque recogiendo firmas para presentar frente a las autoridades y seguir repartiendo abrazos. Recogió más de 10.000 que presentó en el ayuntamiento de Sydney que revocó la prohibición.
La popularidad de Mann y la cámara Moore llamaron la atención de las autoridades de Sydney que tomaron una absurda medida: prohibieron a Mann que siguiera con su campaña salvo que suscribiera un seguro de responsabilidad civil de 25 millones de $. Lógicamente esto no estaba al alcance de Mann. Pero nuestro héroe no se rindió y aunque acosado por la policía, siguió con su campaña aunque recogiendo firmas para presentar frente a las autoridades y seguir repartiendo abrazos. Recogió más de 10.000 que presentó en el ayuntamiento de Sydney que revocó la prohibición.

No estaría de más que a partir de hoy dar abrazos pasara a formar parte de tu forma de tratar a tus amigos, si aún no lo haces, ellos te lo agradecerán y tú te sentirás bien cuando te veas y sientas entre los brazos de alguien que te quiere y quieres.
¿Sabías que Juan Mann no es su nombre real?
ResponderEliminarJuan Mann = One man :-)
Me encanta la historia de este hombre, y que en España esté funcionando esta idea gracias a Joan Planas, que es el creador de "Abrazos Gratis" en español.
Un abrazo para todos, y para ti...un achuchón enorme!!
Olivia, si, algo leí en los artículos que encontre sobre el héroe. La idea no sólo funciona en España, funciona en muchos paises más, y la gente sube los videos a youtube, con los abrazos que dan en los diferentes paises, recuerdo Costa Rica, Filipinas, etc...
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