● El olor de las personas

Hoy me ha dejado un niño de 12 años realmente sorprendido.

Ha sido capaz de adivinar el perfume que utilizo, tan solo con acercarse a mi, un segundo, ha descubierto con su nariz y su cerebro cuál era el nombre, y no sólo eso, puesto que ha visto mi cara de sorpresa se ha visto como obligado a darme una respuesta de por qué lo reconocía, no es un perfume al uso y para reconocer los perfumes uno tiene que tener cierta experiencia con ellos, y desde luego un niño de doce años no sería el candidato para ser nariz de oro, al menos de entrada, así que en su explicación, ciertamente, me ha dejado aún más sorprendido, resulta que a este chico, que llamaré Luis, le encantan los olores, y siempre que le hacen regalos pide que sea un perfume, así en su cumpleaños reune unos cuantos de frascos de perfume y en navidad, también pide que le regalen perfumes... como no cabía en mi asombro le he seguido preguntando si sus papás tenían una perfumería, me ha dicho que no, que simplemente le gustan los olores y le gusta oler y saber a qué huelen las personas, le he preguntado a qué huele Andrés, y me ha contestado el perfume que utiliza cuando llega los lunes al trabajo y el perfume que utiliza el resto de los días, también le pregunté por Ana, y fue capaz de decirme los tres últimos perfumes que ha utilizado... increíble, uno a uno me ha descrito el olor de no pocos compañeros y compañeras de trabajo.

No ha sabido responderme a por qué ese desarrollo tan extraordinario del sentido del olfato, pero sí sé que recordaba los momentos que había olido a las personas de las que me hablaba, personas a las que yo tengo etiquetadas por otras características, el color de la piel, el pelo blanco, las gafas, Luis me ha demostrado que él las etiqueta en función de los olores que desprenden... y esto me ha hecho sentir inferior ante alguien que teniendo las mismas características que yo al menos físicas, en su cerebro tiene almacenada esa información sobre los olores.

Uno ha olvidado la importancia del sentido del olfato por la maldita evolución pero con este Grenouille me he sentido cómodo haciendo una descripción olorosa de personas que conocíamos tanto Luis como yo... ha sido un momento placentero de olores igual que cuando leí la novela de Süskind.