Buscar este blog

25 de junio de 2007

● El tesoro que buscas está dentro de ti

Siempre te digo que eres una mujer fuerte, que todo lo que tienes no se lo debes a nadie, es tuyo por derecho y esfuerzo, no busques fuera de ti, por muy alto que creas que esté lo que encierras en tu interior.

Recuerdo una historia que escuché contar a un profesor, decía:

Una vez hubo un hombre que vivía en una casa en el campo, con un gran patio, la casa estaba toda encalada de blanco para mitigar el calor del verano y proteger la fachada de las lluvias, en el gran patio de la casa una higuera plantada por su abuelo seguía ofreciendo brevas riquísimas y unos higos negros con el corazón rojo que eran dulces al paladar, rodeando a la higuera, había un poyete hecho con piedra que tenía los cantos romos por el paso del los años, la sombra del árbol proyectada hacía aquel círculo especial, por que era como un trono, allí en esa piedra todos sus antepasados, abuelo, padre y ahora el hombre, de esta historia, se habían sentado muchas tardes con sus hijos, así había sido siempre y así seguía siendo, desde este trono el hombre pensaba lo feliz que era mirando a su hijo corretear, por el patio y viendo la tarde transcurrir suavemente.

Pero la vida a veces tiene momentos difíciles y a este hombre le tocó vivir uno de esos momentos; hubo unos cuantos negocios que no produjeron el resultado deseado y se vio acosado por las deudas que no le dejaban dormir, una noche en la que la desesperación estaba a punto de desbordarlo el hombre soñó que había un tesoro enterrado en el palacio del rey. En el sueño que este hombre tuvo vio con toda claridad el lugar donde el tesoro estaba esperándolo.

En el palacio del rey había una columnata que servía de corredor antes de llegar la sala de recepción de invitados, en la quinta columna de la fila orientada al oeste se encontraba un gran tesoro, lo vio tan claro que sobresaltado se despertó del sueño… Esa misma noche decidió ir a buscar ese tesoro, que acabaría con todas sus deudas, montó su caballo y se dirigió a la ciudad, llegó al amanecer a la bulliciosa ciudad, llena de mercaderes y prostitutas buscando clientes y decidió esperar a la noche para llevar a cabo su plan, cavar junto a la quinta columna orientada hacía el oeste y encontrar allí el tesoro… Llegada la madrugada el hombre se dirigió con sigilo al palacio protegido por la oscuridad y una vez que había llegado al lugar comenzó a cavar…con todas las ilusiones puestas bajo la baldosa que estaba junto a la columna, pero su mala suerte parecía que lo acompañaba, la guardia real lo descubrió y lo llevó detenido a que fuera juzgado por su rey…

Delante del rey, y abatido el hombre suplicaba clemencia, el rey, hombre compasivo, le preguntó que hacía cavando en el corredor de su palacio, nuestro hombre le explicó el sueño que había tenido, lo mal que estaba la situación en su casa y la necesidad económica que tenía el rey le contestó qué casualidad, anoche yo también soñé que había una casa en el campo, con un gran patio, la casa estaba toda encalada de blanco para mitigar el calor del verano y proteger la fachada de las lluvias, en el patio de la casa una higuera, alrededor de la higuera, había un poyete hecho con piedra que tenía los cantos romos por el paso del los años, en él un hombre honrado se sienta cada tarde desde hace años a ver cómo crece su hijo y justo allí bajo aquella piedra, donde ese hombre se sienta sin saberlo, había un tesoro inmenso…después el rey lo miró y le dijo vete y no vuelvas a buscar tesoros imaginarios…el hombre agradecido, por haberle perdonado la vida regresó a su casa.

Ya en casa y no quedándose tranquilo sin probar que el sueño del rey era verdad decidió cavar junto a la piedra que rodeaba la higuera tal y cómo el rey había soñado, por que cuando el rey le contó su sueño, nuestro hombre imaginó el patio de su casa en el campo, donde era tan feliz... y para su sorpresa había un tesoro, tal y cómo el rey le había dicho. El tesoro lo había guardado su abuelo, quien plantó la higuera y pensó que algún día podría necesitar el oro que guardaba bajo aquella piedra.

De esta historia Ktama, hemos de aprender que siempre el tesoro está dentro de nosotros, sólo que no lo encontramos y nos desesperamos, pensando que el tesoro está en otro lugar, busca dentro de ti y si no lo encuentras no desesperes aparecerá justo donde debe estar y no en los palacios donde creemos que puede estar.

2 comentarios:

  1. Bello cuento, existe tanta gente que deja de creer en los tesoros que llevamos dentro... y en confieso que algunas ocasiones hasta sabemos olvidarlos...pero al final descubro que sigo siendo para muchos unos tontos soñadores y eso vuelve ha alegrarme...

    En una palabra me dices un tesoro tuyo?
    Abrazossssssssssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  2. amistad, es un tesoro que guardo dentro de mi, amistad entendida como apoyo cuando el amigo lo necesita, amistad como sonrisas cada vez que ves a un amigo, amistad como buen rollito siempre...

    Abrazossssssss

    ResponderEliminar

¿Qué dice tu corazón?