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3 de agosto de 2009

Moda y Cocina

Y es que la moda, moda es. En la película el diablo se viste de prada hace una buena inspección de lo que es la moda para quien no está dentro del mundo, sólo con un diálogo entenderás cómo valoran los gurús de la moda, pues eso, qué es moda y qué no es moda.

Está Meryl Streep ante dos cinturones que son idénticos (para neófitos) no puede decidirse y comenta: Es que soooooooooon tan distintos. La secretaria, Andy, (que es la neofita) no puede contenerla risa y comenta si son iguales... riéndose delante de Meryl Streep que se pone seria y replica:

B(·"$"%·&%"·)$·"%") (Meryl Strep) Qué has dicho, Qué has dicho... Miranda mira su jersey de color azul y le dice que el color azul cerúleo de su jersey lo elegió un modisto famoso (Oscar de la Renta) para una de sus colecciones y estaba y de esta forma entró a formar parte de una colección de alta costura, luego, ese color pasó a las grandes tiendas de moda, luego a las que no son tan grandes para acabar al cabo de los años, muchos años, en un jersey de mala calidad en un un mercadillo, de donde tú lo has comprado... jajajaja...

Los modistos son como los cocineros, unos por que encumbran el color de un pantalón azul cerúleo y el otro por que a unas cuantas lechugas colocadas sobre un plato, lo llaman lecho tierno de tallos verdes. Sinceramente, tanto el vestir como el comer son necesidades básicas, cuando uno tiene cubiertas sus necesidades aparecen la alta costura o la alta cocina. No estoy diciendo que no deba haber ni tampoco es una crítica contra esto, es simplemente una cuestión de sentido común.

Hoy en día millones de adolescentes se han convertido en jóvenes anuncio, las grandes marcas han sabido hacer de sus símbolos algo deseado y admirado, para ello el marketing de estas marcas ha sido un alarde de picardía desde el punto de vista de la publicidad, ¿El anzuelo?, utilizar a un personaje famoso, a esas edades los deportistas son admirados, (aunque algunos como cierto rubio inglés que hay por ahí pase dos o tres años viviendo en un país y no aprenda el idioma de ese país, algo que dice mucho de su capacidad intelectual), que me pierdo, que me pierdo, como decía estos "ídolos" llevan esas marcas deportivas durante un tiempo hasta que otra marca les hace otra oferta mejor y entonces dejan de utilizar aquella, y así los jóvenes desean llevar publicidad de forma gratuita sobre sus zapatillas, sus remeras (como dicen mis amigos argentinos) o sus pantalones chinos... Sin darse cuenta de que lo que realmente hacen es publicitar la marca A, B o C.


Lo explica muy bien en el blog trapo.zonalibre, quien dice sic:
Algún que otro verano también usé eso que llamaron bambas, la natural evolución de la zapatilla deportiva de lona o tela vaquera con dos rayitas rojas en los laterales de la suela, y que al principio de los tiempos eran de marcas buenísmas y baratas de Elche, La Tórtola o La Perdiz, aparte de Paredes o Kelme. Los pre-pijos se reían de estas marcas, pero los tortoleros éramos más. Luego llegó el diluvio del baloncesto y se acabó, misteriosamente los niños ricos pasaron a ser la mayoría.

Aún recuerdo mis zapatillas tórtola de color marrón o gris para que no se mancharan inmediatamente no me duraban mucho es cierto, pero es que las sometía a pruebas que hoy día no sé si pasarían muchas zapatillas de esas que llevan los símbolos famosos... supongo que de esa cultura, la cultura del sentido común, algo tan falto en estos días, me viene esa sensación de soreirme para mis adentros cuando veo a un joven anuncio, que lleva encima de él al menos 500 € entre gafas, gorra, remera, pantalones, calcetines, boxer y zapatillas... sin darse cuenta o no querer darse cuenta de que en realidad es como un anuncio luminoso de las Vegas.

Pero esta es sólo mi opinión.

Si quieres ver un buen número de cacharros de hace algunos años puedes pasarte por aquí.

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