Otra práctica sexual peligrosa

Mi amigo Luis, el que se juega la vida cada vez que hace el amor con su amada, me decía resignado hace algunos días que no sabe qué hacer... no puede contener la pasión de su pareja en determinados momentos, yo le dije que ya me había contado lo que le pasaba, pero él insistió, - No, no te lo conté todo.

Y comenzó otro relato... A mi pareja le excita verme conducir, mover las manos sobre el volante, agarrar la palanca de cambios y cambiar las marchas todos estos movimientos le provocan pasión, ya lo he hablado con ella, pero me insiste en que no puede evitarlo que los movimientos y las formas que tengo conduciendo la hacen sentirse ardiente, tanto que cuando vamos a algún lugar procuro que sea ella la que conduzca, de lo contrario, me juego la vida.

La última vez sin ir más lejos fue hace una semana, cuando regresamos de cenar en casa de unos amigos, al volver a casa y después de que mi pareja hubiese tomado algunos vinos de más decidí conducir yo... y mientras conducía noté como mi mujer se acomodaba en su sillón girando el cuerpo hacía mi, me dí cuenta de que estaba siguiendo los movimientos de mis manos con su mirada, intuí que estaba observando y disfrutando de esos movimientos y de mis ademanes conduciendo, poco a poco se fue acercando hasta mi, tanto que cuando me dí cuenta su mano estaba en mi pierna, yo la miré y le dije que estaba conduciendo que esperase, pero ella no me hizo caso, continuo acercándose más y más hasta el punto de que me hizo perder la concentración en la carretera y consiguió ponerme nervioso.

Créeme - me dijo- que cuando ella está así nada la puede detener ya te conté la otra vez lo testaruda que es - y continuó con el relato -. Seguí conduciendo y ella siguió con su pensado plan hasta que me obligó a parar el coche después de saltarnos algunos semáforos e invadir el carril contrario en alguna ocasión.

Como ves sigo jugándome la vida al lado de esta mujer.