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28 de noviembre de 2008

El primer día que sonreí

Mi madre cuenta que cuando nací y el médico me hizo ver el mundo cabeza abajo, justo en el momento en que me iba a dar un azote en el trasero para que mis pulmones sintieran el aire frío del quirófano, yo, comencé a llorar sin que el azote llegase a poner mi trasero rojo, pero el llanto en lugar de sonar a lágrimas de desconsuelo sonaba a risas, era como si el hecho de nacer fuera un momento de carcajada y sin duda así fue.
Desde entonces cada vez que rio celebro mi nacimiento. Y desde entonces no he dejado de sonreír por que, si bien admito que alguna vez lloré y lloro; no es menos cierto que rio mucho más de lo que lloro.

Para mi la risa es como un alimento, necesario y reparador, tanto es así que hasta los problemas más graves me los tomo con humor, porque hasta en los momentos más tensos y difíciles una sonrisa en su justa medida y en el momento apropiado es la mejor terapia que uno puede aplicarse.

¿Has olvidado aquel tiempo, cuando eras niño, en el que todos los días reías?

6 comentarios:

  1. Bonita y alegre reflexión, besos...Queen

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  2. Buena filosofía práctica. Cuando seas viejecito, seguro que tendrás unas bonitas arrugas. Fíjate en el rostros de los abuelos, en sus surcos, según estén hacia arriba o hacia abajo, quedan registrados la frecuencia e intensidad de sus risas, sonrisas o medio sonrisas.Hasta en los momentos de puro dolor físico, como es un parto, se puede tener un ataque de risa, por contradictorio que parezca. Te lo dice alguién que lo experimentó.
    En tu nacimiento, antes de que asomase tu "linda cabecita" y tus ojos curiosos, tu madre te contagió su alegría. Besos.

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  3. "Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa"
    (G.G. Márquez)
    Es mi deseo para ti, Gurb: que siempre sonrías. Te hace bien en el alma, y, créeme, te queda muy bien en la cara.

    ¡Besos restallaos!

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  4. Queen, vamos que llevas sin actualizar demasiado tiempo, ese trabajo te está matando, jajajajajajaja, como siempre tan entregada.
    Bsos.

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  5. Pues si es mi filosofia, come lacqua, tanto que cuando mi hijo me dice papá me hice duele la barriguita no quiero comer más, le digo pues tengo un jarabe de cosquillas que quita todos los dolores y le pregunto ¿quieres una cucharadita? jajajajaja y claro los dos empezamos a reir sin parar y luego se le olvida que le dolía la barriguita.
    En fin, besos tú sabes de qué hablo.

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  6. Nusa, tú sabes que no paro de sonreir ni ante la adversidad, jajajaja acaso olvidas el año pasado que a pesar de todo no dejé de sonreir.

    ayyyyyyyyyyyy qué muchacha esta. Besos.

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