Buscar este blog

22 de noviembre de 2009

Me echo a reír

Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; 
de lo contrario, échate a reir. 
(Epícteto).

Esta frase responde a una entrada que ha hecho, Mariaurita, en su blog que por cierto está de estreno y merece la pena echarle un vistazo, la entrada es para mi, o mejor dicho, deriva de conversaciones mantenidas entre ella y yo (esto suena muy literario, jajajaja) pero es así, preguntas y respuestas delante de un sabroso y rico café, como el que yo hago.
Y así fue como surgió la entrada hablando sobre personas y hechos que ocurrieron, no es fácil, como dice ella salir de una traición, a menos que sea sin fundamento, como ocurre en este caso, por eso el título de la entrada en honor a la sabiduría de Epicteto, échate a reír.


Hay algo que no perdono y es que se ponga en duda mi honor y por lo que sería capaz de morder a cualquiera si fuera necesario, puede sonar añejo y anacrónico, pero es un ideal que tengo, que alguien (conocido) diga de mi algo que no es, supone para mi una traición tan grande que, a partir de ese momento, dejará de existir,  quien dijo eso. Soy capaz de reconocer mis errores cuando tengo que pedir perdón, lo hago humildemente, pero cuando alguien gratuítamente me acusa de algo que no es cierto aparece una fiera dentro de mi. despiada y cruel que se lleva por delante todo lo que sea necesario.

Mi padre y madre me enseñaron desde pequeño que uno tiene que ir de cara para bien y para mal, si te equivocas pide perdón o repara el daño. Si no estás de acuerdo con algo oponte, si te hacen daño, lame tus heridas, pero nunca digas algo que no sea cierto sobre una persona, jamás lo hagas.

1 comentario:

  1. Desafortunadamente,la palabra honor es mal entendida y usada en nuestros tiempos. Tú mismo reconoces que el simple hecho de utilizarla suena algo anacrónico,como si nos estuvíesemos remontando a la época de Cervantes y su Quijote.
    Pues bien , el hecho de reclamar, defender o impedir que vulneren el honor de uno,es un acto inherente a nuestra existencia.
    Lo malo, es encontrar gente, que no merecedora de la defensa de su honor (ya que el honor para defenderlo, hay que ganarlo previamente, desde el trabajo personal de cada uno, llamémoslo virtud),se cree con el derecho a tirar por tierra el honor bien merecido de los que les rodean. Y ahí reside su fallo: tomar con ligereza la imagen y buen nombre de los demás.
    Será que este tipo de personas carecen de honor, porque nunca se han propuesto cultivarlo y ya se sabe que la envidia y el resentimiento sin fundamento, es propio de las personalidades débiles.
    Gracias por tus palabras.
    Respecto a lo del buen café, lo dejaremos en mejorable,jajaja, le faltaba azúca.Así que súrtete bien para otra ocasión.
    Besos. Muac
    Mariaruita

    ResponderEliminar

¿Qué dice tu corazón?