Buscar este blog

1 de mayo de 2010

La vida a solas hasta la muerte

Morir sólo.

Leía en la Voz de Gal¡cia la noticia de Agapito Pazos... Me entró pánico.

Al final de la vida creo que lo único que importa es morir acompañado... ya que, lo primero no se puede evitar, pero lo segundo hay que tratar de evitarlo.

Si quieres puedes leer las condolencias a través de la red en la página rememori.

Aquí tienes el enlace.

3 comentarios:

  1. Se me han saltado las lágrimas leyendo la noticia.
    Es realmente triste vivir en soledad, en esa soledad de cuatro paredes blancas.

    Hace unos días pensaba que no merece la pena vivir son alguien tan solo por no sentirse solo, y a pesar de leer esto hoy sigo pensando lo mismo, pero siento realmente un vacío horrible pensando en este hombre que tal vez hubiera cambiado su vida tan solo teniendo una oportunidad de cambiarla.
    ¿Compartiéndola con alguien que tan sólo te diera una mano cuando la necesitaras? pues probablemente si.

    Muy triste, sí, muy triste es a veces la vida...

    ResponderEliminar
  2. Quizás hoy no haya sido el día ni el momento más idóneo para leer esta noticia tan triste... pero siempre hay que intentar sacar una sonrisa por amargo o raro que sea el día.

    Soledad, palabra poco atractiva para mí...
    Las personas somos sociales, siempre o casi siempre necesitamos del otro, siempre necesitaremos tener a alguien cerca para que nos escuche, para que nos hable, para reir, para llorar...

    Para este pobre hombre, la vida tuvo que ser muy difícil...

    Saluditos!!!!

    ResponderEliminar
  3. Menos mal que con el personal del hospital y la gente de esa asociación sí se comunicaba. Pero su historia es inhumana.
    Creo, Gurb, que lo aterrador no es morir, sino vivir en soledad, pero no esa soledad invitada que mimamos, sino la impuesta. Lo aterrador es vivir sin posibilidad de comunicarte con tus semejantes, sin posibilidades de ser y sentir, sin poder aprender ni asombrarte.
    Las personas morimos solas por mucha gente que haya alrededor. No hace falta nadie más: Con estar en el momento de la muerte, es suficiente. El hecho de que alguien nos acompañe o nos ayude a morir no amortigua, creo, el dolor de la despedida, el olvido, el abandono o lo que se sienta al morir. Y creo (es una creencia) que si la vida es plena, si sientes satisfacción al mirar tu vida, no debe de ser tan difícil avanzar hacia el final.

    No sé de quién es esta frase, pero por quitarle hierro a lo inevitable...

    "¿Morir yo? ¡Será lo último que haga!"

    ResponderEliminar

¿Qué dice tu corazón?