Ayer, por la noche, fuimos a cenar a un restaurante de comida vertical, si, de esos en los que la comida está puesta así como si sobrase todo el plato, puesto que son dos o tres pisos de comida en cada uno de ellos hay un trozo o a lo sumo dos de comida y el plato es como una gran plataforma para esta extraña columna de comida.
Ya tenía ganas de ir, yo que la comida más vertical que había comido nunca era un vaso lleno de arroz blanco e invertido, que colocábamos en el plato cuando mi mamá nos preparaba arroz a la cubana y sobre el que echábamos un bote entero de tomate mis hermanos y yo y nos encantaba ver como el tomate caía desde la cima del volcán de arroz hasta que el plato entero se llenaba de rojo como si de lava se tratase; aquella comida vertical, la única que hasta ayer había probado, estaba buenísima.
Ya tenía ganas de ir, yo que la comida más vertical que había comido nunca era un vaso lleno de arroz blanco e invertido, que colocábamos en el plato cuando mi mamá nos preparaba arroz a la cubana y sobre el que echábamos un bote entero de tomate mis hermanos y yo y nos encantaba ver como el tomate caía desde la cima del volcán de arroz hasta que el plato entero se llenaba de rojo como si de lava se tratase; aquella comida vertical, la única que hasta ayer había probado, estaba buenísima.
Pues, bien, fue una sorpresa, todo: los platos, los cuchillos, los tenedores, etc. no son como los que tenemos todos en casa, los
camareros, por supuesto iban vestidos de negro, las copas eran de otra manera, los manteles eran dobles, a pesar de que en la mesa estábamos unos doce comensales y todo era diferente.
Pero, lo importante era comprobar el sabor de la comida vertical, que para eso fuimos, para comer y, como decía, sorpresa, me quedé impresionado todo estaba exquisito, los sabores estaban muy bien combinados, dulce, agrio, un toque de picante, amargo, salado, etc. el venado, el secreto, los quesos, los entrantes, todo, todo, estaba muy bueno, y qué decir del vino, tinto con color morado sabroso, de esos que te enganchan desde el primer trago, y luego el vino blanco afrutado salvaje, rico muy rico... si señor, todo un homenaje.
A partir de ahora recomendaré a todo el mundo que pruebe la comida vertical. Un auténtico placer para el paladar.
P.D. Releyendo la última frase creo que he inventado un slogan: Comida vertical un placer para el paladar.
mmmmmmmmmmmmmmmm
ResponderEliminarTe perdoné la otra escapada que hiciste y no me invitaste...pero ahora no se si perdonarte o no....¿por qué no me llamaste? Se te olvida que estoy en edad de crecimiento y tengo que alimentarme en periodos cortos y abundantemente...ainss no se que voy a hacer contigo, pero me alegra que disfrutaras tanto :)
Achuchón!!
jajaja... uisssssssssssssssss, qué marrón, perdóname, la próxima vez no dudes que te invito, no lo dudes, no lo dudes.
ResponderEliminarAchuchón.