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25 de junio de 2007

● El pecado de Grazida

En alguna otra ocasión ya hablé de los cátaros, esta vez es para narrar su encontronazo con la iglesia católica y por tanto con la inquisición, que de santa tenía bien poco. Encontré un relato de una chica ante el tribunal de la inquisición, era juzgada porque había perdido la virginidad a manos de su confesor cuando tenía trece años, lo que no le impidió casarse con un honrado artesano, y llama la atención por que no tiene ninguna noción de lo que era el pecado carnal..
Extraído del libro de Carter Scott, LOS CÁTAROS, dice así:
Inquisición- En el momento en que os entregasteis a ese sacerdote y más tarde, cuando hicisteis lo mismo con vuestro esposo, ¿tenías conciencia de que estabais pecando?

Grazida- Pues no.Al cura y a mí nos gustó lo que hicimos, por eso lo repetimos en varias ocasiones. Era una cosa muy divertida. Con mi marido también lo pasé bien, luego no creo que pecase... Claro que, según me han contado sus eminencias, eso yo debería considerarlo un pecado. Es posible que lo sea para aquellos que no se gustan. Pero si el hombre y la mujer lo desea, ¿por qué se ha de considerar pecado?

2 comentarios:

  1. Se escuchan cosas ...así dirian por acá..y es ese tiempo seguro que yo estaría en la horca por bruja o loca...y como ya he dicho antes El amar es todo, el sentir un don y entregarse un placer..

    Abrazosssssssss

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  2. NO, no, eso nunca perderíamos un ser que irradia felicidad y buen humor...

    Abrazos

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