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9 de abril de 2008

Vivir el luto

... La gente estaba tranquilamente sentada, leyendo el periódico, perdida en sus pensa­mientos o descansando con los ojos cerrados. La escena era tranqui­la y pacífica. Entonces, de pronto, entraron en el vagón un hombre y sus hijos. Los niños eran tan alborotadores e ingobernables que de inmediato se modificó todo el clima.

El hombre se sentó junto a mí y cerró los ojos, en apariencia ig­norando y abstrayéndose de la situación. Los niños vociferaban de aquí para allá, arrojando objetos, incluso arrebatando los periódicos de la gente. Era muy molesto. Pero el hombre sentado junto a mí no hacía nada. Resultaba difícil no sentirse irritado. Yo no podía creer que fuera tan insensible como para permitir que los chicos corrieran salvaje­mente, sin impedirlo ni asumir ninguna responsabilidad. Se veía que las otras personas que estaban allí se sentían igualmente irritadas. De modo que, finalmente, con lo que me parecía una paciencia y con­tención inusuales, me volví hacia él y le dije:

«Señor, sus hijos están molestando a muchas personas. ¿No puede controlarlos un poco más?».

El hombre alzó los ojos como si sólo entonces hubiera tomado conciencia de la situación, y dijo con suavidad:

«Oh, tiene razón. Su­pongo que yo tendría que hacer algo. Volvemos del hospital donde su madre ha muerto hace más o menos una hora. No sé qué pensar, y su­pongo que tampoco ellos saben cómo reaccionar».
Stephen R. Covey

3 comentarios:

  1. Me gusta la moraleja de esta historia. Muchas veces si supieramos la vida que tienen o han tenido los demás, entenderíamos muchas de sus reacciones ante las cosas. Por eso soy de las que piensan que no debemos criticar sin conocer, ya que cada persona es un mundo. La crítica sin conocimiento es síntoma de ignorancia ante la vida. Besos.

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  2. Muchas veces creemos ver, y otras escuchar...y justo ahi cuando crees conocerlo...te averguenzas de tu injusto razonamiento......

    a otra cosa...los niños solo son niños y dejan de serlo completamente cuando deben enfrentarse a un realidad muy dolorosa para en ellos..en cualquier aspecto...

    un abrazo enorme y mil más amigo
    hasta la sonrisa

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  3. Tienes razón, queen, muchas veces como observadores juzgamos situaciones que no entendemos y la mayoría de las veces erramos en las apreciaciones subjetivas que hacemos.
    Besos.

    Un abarzo YO, entiendo tus palabras perfectamente.

    Muchas risas y muchos besos

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