Buscar este blog

22 de agosto de 2008

Todos los paletos fuera de madrid

Este era el título de una canción de los ochenta que hablaba de eso, de echar a todos los paletos fuera de Madrid.

Bueno pues aquella canción en cuestión me vino a la cabeza hace unos días, comiendo en un garito de estos de comida rápida en cajas de cartón... Imaginad la escena, tres madrileños por el acento, no les pedí su documentación para comprobarlo, pero por el acento entiendo que eran de la capital. Aunque también podrían ser emigrantes con un acento marcado, es igual.

Como decía tres hombrecitos, vestidos con monitos azules comiendo en uno de esos garitos, en estas estábamos todos los que teniamos hambre, cuando entra una chica con minifalda y un buen cuerpo, era guapa, pero da igual los individuos ni tan si quiera le miraron la cara, eso sí inspeccionaron todo su cuerpo con la poca educación y el babeo de que son capaces algunos hombres de mirar a las chicas. Pues estos tres madrileños se dedicaron durante el rato que ella estuvo en el local (la chica estuvo comiendo sola) a utilizar metáforas relacionadas con la pesca y la caza para ensalzar lo que le harían a la muchacha... ya sabéis esas conversaciones de fantasmas y baboseo que se montan algunos tipejos.

Después de unos cinco minutos y cuando todos los chistes fáciles se les acabaron comenzaron a hablar de sus motos y lo que eran capaces de correr por entre las calles de la ciudad, eso sí, a nada que algunas piernas femeninas asomaban por el local, dejaban de comer y volvían a arrastrase como lombrices en busca de excrementos entre risas y miradas obscenas.

Para colmo y por que esto es lo que tiene la mala educación dejaron allí sus detritos en forma de papeles y cartones amontonados encima de la mesa.

Fue bochornoso y de un mal gusto compartir el local con estos energúmenos, y, sobre todo, tuve la sensación de que se creían superiores a los inmigrantes que había en el local... y por eso me acordé del título de la canción por que me di cuenta de que zafios hay en todos sitios, auqneu hayas nacido en una gran ciudad... y más ahora que ahora con Internet y la globalización, tal vez, haya que buscar a los paletos fuera de los pueblos.

Así que me quedo con Tomás, Dimas, Claudio y Emilio, los abuelos que enseñan a ver el mundo desde otro punto de vista en este programa. Seguro que en educación y buenas maneras ganan a estos tres tipos zafios del local de comidas.



De Garrovillas a tu transistor… un beso para tu abuela

5 comentarios:

  1. Le atinamos...

    que rucos cara duras!!!...
    ....ahora de la canción no conozco mucho..por no decirte que nada...


    y yo que les pongo los ojos fijos para que se callen....pero bueno...sera que yo no entiendo mucho....
    uhumm y que comian ahi....?

    Cuidate amigo....abrazos grandes

    hasta la sonrisa!!!

    ResponderEliminar
  2. bueno, yo y mis otros yo, fue un "éxito" de verano allá por los años 80, luego pasó sin pena ni gloria a la historia de la música.

    Desde D. Benito a tu transistor como dicen Dimas y Claudio una sonrisa por favor.

    ResponderEliminar
  3. Espero que no nos catalogues a todos los madrileños por igual, porque te aseguro que ni de lejos entramos todos en el mismo saco.

    Yo soy madrileña, pero por circunstancias de la vida ahora vivo en Badajoz, asi que......

    ResponderEliminar
  4. Esos eran desertores del arado o sus hijos, así que mejor no lo uses para desahogar tus frustraciones de provinciano. En Madrid hay más paisanos tuyos como éstos de los que hablas que en cualquier otro lado, y si eso es lo que quisiéramos nos mudaríamos a hacerte compañía en el agro, ¿no crees? Así que sí: todos los paletos fuera de Madrid.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo capitalino. Desertar significa abandonar y eso no pasó, se fueron pero se volvieron la mayoría. Espero que nunca tengas que marcharte de tu barrio y dejar atrás a tus vecinos del rellano, tu burguer king, y tu entorno de asfalto y luces axfisiante. Quien emigra lo hace por necesidad no por gusto, y si alguna vez te pasa que tengas que dejar de respirar el aire oxidado de tu ciudad cosmpolita, tranquilo, en la dehesa hay sitio para ti.
    Pero gatos, gatos hay pocos y probablemente tú no eres uno de ellos.
    Salud que te hará falta y toda para ti tu ciudad.

    ResponderEliminar

¿Qué dice tu corazón?