Buscar este blog

23 de marzo de 2009

Volver a Lisboa

Dice un fado de Amalia Rodrigues:

Lisboa, velha cidade,
Cheia de encanto e beleza!
Sempre a sorrir tão formosa,
E no vestir sempre airosa.
O branco véu da saudade
Cobre o teu rosto linda princesa!

Y cuanta razón tiene; Lisboa es vieja, pero llena de encanto y belleza, nunca hasta ahora había visitado la ciudad sin ningún propósito turístico, únicamente estar. Y esta vez si fue solo eso, estar en la ciudad no tener prisa ni hacer ninguna cola, ni para comer ni para visitar ni para nada, pasear y tratar de oler la ciudad.
Nos recibieron Ana, Carlos y Hugo, perfectos anfitriones para movernos por la ciudad y llevarnos a comer un bacalao que de otra forma no hubiéramos degustado. Era jugoso, suave y tostado por fuera, hecho con tranquilidad y esmero.
El resto pasear, comprar, comer, tomar garotos y poco más, bueno si, unas copas, demasiado pequeñas para españoles como nosotros y además caras... pero mereció la pena. Estar, era lo que importaba, estar.
Mirando la desembocadura del Tejo en un hotel-spa de diseño llamado 38º41´bonito nombre, según cuenta la carta de vinos y cócteles, son las coordenadas desde las que partieron numerosos portugueses dejando atrás el río que marcó sus vidas; buscando tal vez los sueños de otros.

Volveré, espérame.

2 comentarios:

  1. Wow!!...que suerte que sigas recorriendo el mundo..y una larga vida para que encontrar los detalles que descubren tus miradas en este bello mundo...


    cuidate viajero....muchas sonrisas y abrazos


    hasta la sonrisa!!! Sr,...Pataclown

    ResponderEliminar
  2. Quando estive em Lisboa que eu amava o sabor das suas velhas ruas, o cheiro ...
    Lisboa à noite é especial.
    E eu também adoro o bacalhau dourado ... Ummm ... delicioso.
    Beijos con asas.

    ResponderEliminar

¿Qué dice tu corazón?