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2 de febrero de 2010

Doctor House ¿Dónde estás?

He ido al médico... Nada especial, sin duda, pero es que yo no suelo acudir al chamán de la tribu a no ser que me posean los espíritus, y éstos, llevaban bastante tiempo sin entrar dentro de mi cuerpo. Claro, la última vez que me hice un análisis tenía ¡No lo recuerdooooooooo!

A mi edad, todo el mundo me dijo que tenía que hacerlo ¿Y para qué? preguntaba yo, pues para saber cómo estás, era la respuesta. Estoy bien, contestaba, eso no lo sabes me respondían. Entre unos y otras me han convencido. Así que bueno pregunté qué tenía que hacer para hacerme un análisis de sangre y qué pasos dar... ya sé, ya sé que ahora estás pensando con sorpresa que cómo es que no sé qué hay que hacer para hacerse un análisis, pero es cierto, no lo sé, o no lo sabía, por que ahora algo sé, aunque no mucho.

Primer paso llamar para pedir cita. Hecho, aunque me dicen que si quiero un análisis pida hora para hacerme análisis (primer error, hay que pasar antes por el médico, para que él escriba lo que tú le dices, yo le dije quiero una análisis de sangre y él me dijo para qué...) pero yo no lo sabía, en ayunas 8,15 de la mañana para llegar temprano y coger número a pesar de que ya había pedido cita, tenía que coger número una vez en el centro de salud... Pregunto en la ventanilla que dónde se hacen los análisis y comentando digo que no me ha visto el médico; la cara del administrativo se contrae y sus pupilas se dilatan, cree que le gasto una broma, pero me ve serio... me dice que tengo que pedir antes cita médica, lo hago, ese mismo día. Un par de horas después.

Llego a la consulta me asomo disimuladamente y un médico negro está atendiendo a una parejita de ancianos, cuando ve que fisgoneo desde la puerta le pide a la mujer que cierre la puerta, es cuestión de esperar y me siento frente a la puerta en la que hay dos muletas con el nombre de alguien, Felisa, pone en una pegatina que está en uno de los fémures de la muleta.

Cuando estoy sentado hay dos mujeres hablando de lo suyo, que si estoy enferma de esto que si estoy de lo otro... no les presto atención, en cuanto escucho la cantidad de síntomas que tienen, por que enfermedad no parece que tengan...

Llega una señora, se sienta a mi lado y me pregunta si ha empezado la consulta, le digo que si, y me pregunta que si hay alguien dentro respondo que si otra vez, me pregunta que a qué hora tengo le digo que a las diez, ella sonríe y me dice yo tengo a las diez menos cinco voy antes que tú. No me hace gracia, pero bueno.

La mujer que está sentada mi izquierda pregunta mirando a las enfermas sintomáticas que si ha empezado a pasar consulta el médico así con voz susurrante, pero la he escuchado y a esa pregunta ya le había respondido yo... las dos señoras que estaban con lo suyo, lo dejan y le comentan a la señora que no está el doctor camarero, (así se llama mi médico, camarero) que lo está sustituyendo el negrito, la señora de mi izquierda pregunta ¿quién está? Una de las señoras de las que tienen lo suyo, repite ahora con vergüenza por que tiene que subir el tono de la voz, -está el médico negro, ése que nadie quiere... Alucino con la respuesta y más cuando la señora incrédula que está a mi lado, comenta ahhhhhhh, pues entonces yo me voy a ir por que lo que traigo no sé si este me lo va a poder hacer, sonrío, se va perfecto me tocará a mi, habré terminado en cinco minutos... Me equivoco, la señora de la izquierda entabla conversación con la fémina sintomática que dice que el médico negro, al que nadie quiere, tiene pocos pacientes, que ella no entra en la consulta cuando está él y bla, bla, bla... Al final consigue que la señora incrédula no se vaya. Después de 10 minutos de espera y charla me pregunta (otra vez la señora).

¿Hay alguien dentro?
Si. Respondo
¿Estás seguro? Me espeta.
Si. Respondo tajante y secamente.

Bueno mi cara acaba de decirle que ya. Que se vaya si se va a ir o que deje de molestarme con su ignorancia e incredulidad.

Continuará

4 comentarios:

  1. JAJAJA, ... Y NOS CONTARÁS SI ESTÁS SANO COMO UNA MANZANA O SI POR LO CONTRARIO ... TE VAN APARECIENDO ACHAQUES DE "LA EDAD" ... JAJAJA ... TÚ Y TUS HISTORIAS ...

    KA.

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  2. Bienvenido al mundo sanitario, mejor dicho al mundo burocrático de las citas médicas.
    ¿ Has mirado tu linda y flamante tarjeta sanitaria? ¿ Has comprobado que tu médico se apellida realmente camarero? Ya que podría ser peor y llamarse Dr Malo, que no es broma, fue durante un tiempo mi ginecólogo, jajajaja.
    Ay, me muero por saber el final de la historia, auunque alguna información ya me ha llegado.
    En serio, espero que todo haya ido bien y que estés sanito como una pera.
    Si te animas, puedes pedirle a tu médico de cabecera, que te de un volante para algún especialista, entonces descubrirás que hay que hacer un cursillo intensivo, para entenderte y desenvolverte en las citas de los especialistas: fechas, volantes, lugar, más pruebas y por supuesto, viniendo de ti,más anécdotas divertidas.
    Yo que tú, pediría cambio de médico, por una médica, eso sí de tu gusto, jejeje
    Besos y sana curita sana....
    Aqua

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  3. Como te gusta darle emoción al asunto!!!!!!!!!!!! Cuenta la segunda parte, que es mucho mas entretenida, aunque en directo debió ser la repera!!!!!!!!!
    Por cierto, no sé los resultados, a ver si me los cuentas!!!!!!!!!!!!!

    ARMONIA

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  4. Por ciertoooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Como que "entre unos y otras me convencieron" para ir al médico?????????????
    La culpa la tuvo .... TUS OJOS!!!!!!!!!!!
    O no te acuerdas!!!!!!!!!!!!!!(tus ojos no mienten: hay fotos que lo demuestran)
    Jajajajajajajajajajajaja

    ARMONIA

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